El «mantra» del precio en el seguro

El «mantra» del precio en el seguro

El seguro, un producto de alto consumo que el usuario valora en función de sus expectativas y no en función de lo que realmente compra.

Porque en efecto, el seguro por su frecuencia en las “estanterías” de nuestras radios, televisiones y redes sociales, es ofertado y vendido por el precio. Y aquel que no compra por precio es identificado por la publicidad de las aseguradoras como tonto.

Es posible que algunos se hayan creído también que el precio se debe a que tienen menos gastos de gestión, vamos, que no pagan comisiones. Perdonen mi carcajada.

Primero. Lo que no pagan en comisiones lo hacen en publicidad en todos los medios, tanto convencionales como nuevos, además de los mal llamados Call Centers, que queda muy bien en inglés, pero que no son más que centros de llamadas para la captación de clientes.

Pero esa no es la principal causa. La consecuencia de un precio tan ajustado se debe en realidad a que las coberturas son inferiores, y por tanto los gastos en siniestralidad son consecuentemente menores. Por eso el precio es más bajo. Y, añado, no todo lo inferior que debería de ser realmente.

¿De verdad debemos recordar que las aseguradoras son empresas, y como empresas tampoco dan duros a cuatro pesetas?.

Pregúntate, ¿Por qué las mismas compañías de seguros tienen soluciones diferentes en función del tipo de cliente?. Y digo soluciones como puedo decir condicionados, coberturas o pólizas. Incluso las propias entidades aseguradoras crean segundas marcas para, con coberturas y garantías más limitadas llegar al cliente que busca precio. De verdad te crees, por ejemplo, que el Grupo Mapfre ofrece las mismas condiciones y servicios en sus pólizas de Mapfre que en las de Verti. A lo mejor estabas pensando que la ONG de Mapfre se llama Verti. Ya te anticipo que no.

Es cierto que ambas te darán un precio por un terceros. Pero aunque se denominen igual no cubren exactamente lo mismo. No tienes el mismo servicio, aunque lo creas.

Entonces. ¿Cómo puedes saber qué póliza de seguro comprar?.

Tienes la opción de leerte los condicionados generales y particulares de cada oferta de seguro que has solicitado y las dudas, que las tendrás, consultarlas:

Opción 1.- En foros. Desde luego poco riguroso. Hay mucha gente que opina sin saber.

Opción 2.- Con tu abogado especializado en seguros. Desde luego es una buena opción, si está especializado en el mundo asegurador aunque, probablemente, carecerá de los conocimientos técnicos de los productos aseguradores.

Opción 3.- Con un mediador de seguros profesional. Desde luego es la mejor opción dado que conoce técnicamente la póliza de seguros que vas a comprar y tiene conocimientos jurídicos relacionados con su profesión, los seguros y las aseguradoras. Algunos de ellos son peritos judiciales en materia de contratos de seguros y asisten en juzgados como expertos en la materia.

Contrata tu seguro una vez obtenida la información veraz de la póliza a contratar, sin el espejismo que ofrecen los anuncios de seguros, tendrás las armas para vencer en tu elección. Tal vez elijas la misma que ibas a tomar inicialmente, pero esa decisión será consciente y cumplirá las expectativas que tú y sólo tú has comprado.

También puedes seguir sin escuchar los consejos e introducir tu cabeza como la avestruz bajo tierra. Escoger por publicidad, por precio, y cuando no se cumplan las expectativas que te creaste echar la culpa a los seguros, a la aseguradora, mesando tus cabellos y golpeándote el pecho gritando fanáticamente que “las compañías no pagan nunca”.

Sólo te engañas a ti mismo. Sólo te engañas a ti misma. Así que, si compras por precio te pagan por el precio pagado

No hay duros a cuatro pesetas.