El Testamento Ológrafo: Tu Voluntad en Tus Propias Palabras

El Testamento Ológrafo: Tu Voluntad en Tus Propias Palabras

Es un término que habrás oído nombrar con frecuencia estas últimos semanas, por lo que si tienes curiosidad a continuación te introduciremos al concepto de testamento ológrafo.

Una opción para expresar tus últimas voluntades sin la intervención de un notario.

¿Qué es el testamento ológrafo?

El testamento ológrafo es aquel documento redactado y escrito de puño y letra por el propio testador, sin la presencia de un notario. Es una alternativa válida para expresar tus deseos sobre la distribución de tus bienes y otras disposiciones finales.

Validación y trámites necesarios Aunque la redacción de un testamento ológrafo parece sencilla, existen trámites que los herederos deben seguir para validar su contenido. Estos son algunos de los pasos clave:

– Comprobación de autenticidad: Los herederos deben verificar la autenticidad del testamento mediante el proceso de adveración. Antes de la Ley de Jurisdicción Voluntaria en 2015, esto se realizaba ante un Juez de Primera Instancia, pero ahora se lleva a cabo a través de un notario.

– Intervención de testigos: Es necesario contar con la intervención de tres testigos o, si es necesario, realizar una prueba pericial caligráfica para confirmar la autenticidad del testamento.

– Protocolización ante notario: Posteriormente, el notario autorizará un acta de protocolización donde se harán constar todas las acciones realizadas.

Es importante tener en cuenta que el plazo para protocolizar el testamento ológrafo es de cinco años a partir del fallecimiento del testador, sin embargo, cualquier persona en posesión de un testamento ológrafo debe presentarlo ante un notario competente en un plazo de diez días después de tener conocimiento del fallecimiento del testador. De lo contrario, puede ser considerado responsable de los daños y perjuicios causados.

Ventajas del testamento ológrafo

El testamento ológrafo presenta ventajas tanto para el testador como para los herederos. Algunos beneficios destacados son:

– Flexibilidad y comodidad: El testador puede redactar su testamento en la comodidad de su hogar y en un documento privado, sin la necesidad de acudir a un notario.

– Privacidad: Al evitar la intervención notarial en el momento de redactar el testamento, se mantiene la privacidad de las disposiciones y voluntades expresadas.

– Ahorro de costes: Al eludir la figura del notario en la etapa de redacción, el testador puede ahorrar los honorarios asociados a su intervención. No obstante, es importante tener en cuenta que los herederos deberán acudir al notario para validar y ejecutar el testamento después del fallecimiento del testador.

En resumen, el testamento ológrafo permite que el testador exprese su voluntad en sus propias palabras, sin la presencia de un notario. Si bien presenta ciertos trámites y requisitos adicionales, puede ser una opción a considerar.

Es fundamental buscar asesoramiento legal para evaluar si esta modalidad se ajusta a tus necesidades y asegurarte de que se cumplen los requisitos necesarios.