Sigue aumentando su precio y algunas de las grandes empresas empiezan a considerarla como un opción válida de pago lo que hace que el sistema financiero empiece a considerar al bitcoin como una molestia.

Para empezar, y como guía para el consumidor, podemos definir el bitcóin como el primer activo digital real, lo que supone que para asignarle un valor ninguno de los elementos que lo conforman tengan la necesidad de cumplir con alguna obligación concreta., es decir, los llamados «agentes» como los mineros, usuarios y desarrolladores participan en su parte del proceso sin estar sujetos a ninguna obligación de tipo contractual por lo que podemos decir que el bitcóin no forma parte del pasivo de nadie.

Otra característica del bitcoin es su alta volatilidad generada por la ausencia de una valoración aceptada por el mercado financiero lo que puede considerarse un aspecto negativo que cualquier consumidor debe tener en cuenta a la hora de adentrase en el mundo del bitcoin.

Esta situación parece que se alargará en el tiempo ya que no sólo es necesario que haya cierta regulación sino que además debe ser algo aceptado por todos los paìses y esto es algo,¡ que el contexto actual, no parece fácil ni inmeddiato.

Lo cierto es que esta guerra financiera no ha hecho más que empezar y sobre la mesa está en juego la soberanía monetaria y la eterna discusión de si el poder económico lo tienen los estados o los individuos