España, Chile y México, los más preocupados por el mal uso de sus datos en internet.

España, Chile y México, los más preocupados por el mal uso de sus datos en internet.

Mucho han cambiado las cosas desde que en 1991 se publicase la primera página web a nivel mundial.

En poco más de 30 años, la tecnología que ha revolucionado el mundo ha alcanzado cotas inimaginables, hasta el punto de situar la tasa de penetración de internet a nivel mundial en un 64.4% en el año 2023.

Pero este desarrollo tan vertiginoso en internet de todo tipo de plataformas, redes sociales y sitios web, lamentablemente, no ha ido acompañado en la misma medida de la protección necesaria para los usuarios.

Así, los datos personales y la privacidad se han convertido en moneda de cambio en este entorno digital del que ya forman parte nuestras vidas personales y laborales.

Nuevas Tecnologías, Nuevos Riesgos

En su momento fue la aparición del teléfono móvil, posteriormente el impacto de las redes sociales o el boom de las compras online y, actualmente , la «nueva tecnología» que llena titulares se encarna en la inteligencia artificial. Lo cierto es que que en cada avance tecnológico siempre se cumple la misma premisa:

Cada avance tecnológico conlleva nuevos riesgos y desafíos.

El uso del móvil ya no es una opción. Se ha convertido en una herramienta imprescindible para poder «gestionar» nuestras vidas, desde el control de nuestras cuentas bancarias hasta el pago de una multa o pedir cita en el médico.

Debido a ese trasiego de datos, los usuarios estamos permanentemente expuestos al robo de nuestra información o la suplantación de nuestra identidad y que suele realizarse a través de llamadas, o envío de SMS o correos electrónicos.

¿Quién no ha recibido un correo o SMS fraudulento? ¿Quién no conoce a alguien que ha sido víctima de un ciberataque?

Por regla general, entre los usuarios, el mayor miedo es ser víctima del denominado «phishing» o suplantación de identidad para obtener sus datos personales. Esta táctica es utilizada por ciberdelincuentes con el objetivo de hacerse con nuestros datos personales privados, especialmente información bancaria. Para ello utilizan varias vías: el envío de  correos electrónicos que parecen legítimos suplantando la identidad de bancos, empresas energéticas u organismos públicos o mediante llamadas telefónicas suplantando a dichas entidades y en las que pueden conseguir, si no estamos atentos, nuestros datos o contraseñas de acceso a las aplicaciones instaladas en nuestro smartphone.

Esto parece que preocupa especialmente en nuestro país ya que, según se desprende del estudio realizado por statista, España se sitúa a la cabeza a nivel mundial con el mayor porcentaje de usuarios a quienes les preocupa que se haga un uso indebido de sus datos personales.

Statista - Territorio Seguro
Más infografías en Statista

A continuación, veremos algunas de las formas en las que actúan «los malos» y por qué esto nos genera inseguridad o desconfianza sobre el uso de nuestros datos en internet:

Phishing y robo de datos bancarios: El phishing es una de las amenazas más extendidas. Los ciberdelincuentes envían correos electrónicos falsificados que parecen provenir de empresas legítimas u organismos oficiales. En estos correos electrónicos suelen solicitar información confidencial, como números de tarjetas de crédito o contraseñas bancarias. Un ejemplo clásico es un correo electrónico que parece ser de tu banco y que te solicita que «confirmes» tus datos personales haciendo clic en un enlace falso.

Filtración de Bases de Datos: Las filtraciones de bases de datos son otro motivo de preocupación no solo para los usuarios, también para las grandes empresas y organizaciones que almacenan vastas cantidades de información de sus clientes. Cuando estas bases de datos son vulnerables a un ciberataque, los datos personales que contienen pueden quedar expuestos. Un ejemplo reciente es el robo de datos de tarjetas de crédito en empresas minoristas que ha afectado a millones de personas en todo el mundo.

Robo de identidad: El robo de identidad ocurre cuando un delincuente obtiene suficiente información personal de un usuario como para hacerse pasar por él. Como imaginarás, esto puede tener graves perjuicios económicos y personales para la víctima ya que, por ejemplo, un estafador puede usar información personal robada para abrir cuentas bancarias o solicitar préstamos a nombre de la víctima.

Estafas con Tarjetas de Crédito: Las tarjetas de crédito son un objetivo prioritario para los delincuentes digitales ya que les permite realizar compras fraudulentas o realizar cargos no autorizados en las tarjetas de crédito de las personas. A menudo, las víctimas descubren estos cargos cuando revisan sus cuentas y tendrán que hacer frente a una larga lucha para recuperar su dinero.

Violación de la privacidad: La invasión de la privacidad es otra preocupación importante ya que muchas empresas que operan en internet a través de webs y plataformas online recopilan sin nuestro permiso, aunque digan que no, nuestros datos para fines de publicidad o análisis. Si estos datos caen en manos equivocadas o son utilizados de manera indebida pueden violar nuestra privacidad y exponer información sensible.

Estos son solo algunos ejemplos que justifican nuestra preocupación por el mal uso de nuestros datos en internet. El miedo a la pérdida de datos personales, la exposición a estafas financieras y la violación de nuestra privacidad, son amenazas reales en el mundo digital actual. Por tanto, la seguridad de los datos debe ser una preocupación fundamental para los miles de millones de usuarios que usamos internet.

La fuga de información Personal: La filtración de bases de datos con información personal es otro ejemplo de la necesidad de estar vigilantes, especialmente por parte de las grandes empresas y organizaciones que almacenan vastas cantidades de información de sus clientes.

Cuando estas bases de datos son vulnerables a ciberataques, la información personal puede quedar expuesta ocasionando el robo de identidad con consecuencias graves ya que los delincuentes pueden utilizar la información robada para cometer fraudes.

Estafas Financieras: Las estafas mediante el uso de tarjetas de crédito son una preocupación adicional. Los delincuentes pueden realizar compras fraudulentas o realizar cargos no autorizados en las tarjetas de crédito de las personas. Detectar estos cargos puede ser un proceso complicado y puede resultar en una larga batalla para resolver el problema.

Estos ejemplos ilustran por qué la preocupación por el mal uso de los datos en internet es una cuestión urgente que nos afecta de forma global. La protección de la información personal y financiera se ha convertido en una prioridad para los usuarios en todo el mundo y que debe de regularse adecuadamente, sancionando a las entidades que no cumplan la legislación en materia de protección de datos personales.