Parece que el tsunami de la inteligencia artificial, liderado por ChatGPT, ha pillado por sorpresa a las agencias europeas de protección de datosLas restricciones establecidas por países como Italia y Alemania sobre la inteligencia artificial, específicamente sobre ChatGPT de OpenAI, están generando mucha controversia en el resto de Europa.

Así, esta semana el organismo regulador alemán ha iniciado una investigación sobre OpenAI y ChatGPT por una posible infracción del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) al detectar que esta herramienta podría estar poniendo en riesgo la privacidad de los usuarios europeos.

Las autoridades alemanas han explicado que desean saber si se ha llevado a cabo una evaluación de impacto de la protección de datos y si los riesgos de protección de datos están bajo control.

Además, han solicitado información sobre cuestiones derivadas del RGPD a OpenAI, a la que se le ha dado como plazo máximo el 11 de junio para responder a las peticiones de la agencia alemana.

Italia, por su parte, ha dado como plazo máximo el 30 de abril para recibir una respuesta de OpenAI a las solicitudes que han presentado. Si no se recibe una respuesta satisfactoria, se prohibirá el servicio en Italia.

Por otro lado, Francia también ha solicitado cinco peticiones a OpenAI y está esperando su respuesta para actuar en consecuencia, al igual que la Agencia Española de Protección de Datos que se plantea seguir a Italia y estudia su bloqueo.

Es evidente que OpenAI tiene un problema en Europa y que necesita tomar medidas para remediar la situación. Es necesario que se describa cómo se están utilizando los datos de los europeos y cómo pueden estos modificar sus datos en caso de que haya algún tipo de error.

Además, es probable que desde Europa se plantee otra fecha y múltiples exigencias, previsiblemente con varios niveles, algunos más urgentes que otros.

OpenAI debe actuar con rapidez y transparencia para cumplir con las exigencias de los distintos países y evitar posibles bloqueos en el servicio de ChatGPT. Es fundamental que se lleve a cabo una evaluación de impacto de la protección de datos y que los riesgos de protección de datos estén bajo control.

Los usuarios europeos merecen la máxima protección y privacidad en sus datos personales.

En definitiva, las restricciones establecidas por países como Italia y Alemania sobre la inteligencia artificial y el servicio de ChatGPT de OpenAI son una muestra de la importancia que se está dando a la protección de datos personales en Europa.

OpenAI tiene la responsabilidad de garantizar la privacidad de los usuarios europeos y cumplir con el RGPD para evitar posibles sanciones y bloqueos en el servicio. Es necesario que se actúe con transparencia y rapidez para remediar la situación y cumplir con las exigencias de los distintos países europeos.