Fueron muy populares en la década de los 90, sobre todo entre los pequeños inversores, pero fueron perdiendo su atractivo a lo largo de los años.

El caso es que, en el actual contexto económico, su demanda ha vuelto a aumentar motivado por la casi nula rentabilidad (0,7%) que ofrecen los bancos en sus depósitos mientras que las Letras del Tesoro dan un 3%.

Las Letras del Tesoro son valores de renta fija a corto plazo que se pueden comprar a partir de 1.000 euros y que están exentos de impuestos.

Puedes comprarlas en la página web del Tesoro o en la oficina del Banco de España, pero también a través de entidades financieras y sociedades de valores (aunque en este caso con una comisión más alta) Se emiten en plazos de 3, 6, 9, y 12 meses y son de bajo riesgo para los inversores ya que las variaciones de precio en el mercado secundario son reducidas.

Hay otra forma de invertir en Letras del Tesoro, pero es más cara que invertir directamente. Se llama Fondtesoro y consiste en comprar participaciones en fondos específicos de deuda pública española.

En definitiva, las Letras del Tesoro son valores emitidos al descuento, y su rentabilidad es la diferencia entre el valor de compra y el de venta. Por ejemplo, si compras una Letra al 3% por 1.000 euros, pagas 970 euros y, a los 12 meses, te devuelven los 1.000 euros y tienes una ganancia de 30 euros.