En los últimos años, debido al desarrollo tecnológico, nuestra sociedad está cambiando y las expectativas de los consumidores también. La gente quiere un acceso fácil a diversos servicios y productos, y preferiblemente en sus teléfonos móviles.

El producto en sí ya no es lo más importante, sino la posición que ocupa el producto en la vida diaria del cliente. Por eso, muchas empresas han creado equipos de innovación para repensar sus modelos de negocio.

Las compañías de seguros han hecho lo mismo y hemos visto desarrollos tecnológicos impresionantes en el mercado, centrándose especialmente en formas de hacer que los seguros sean más accesibles y comprensibles para los consumidores.

Sin embargo, lo que no ha cambiado es el interés de los consumidores por los seguros en sí. Por eso, actualmente evaluamos todos los aspectos del producto o servicio antes de comprarlo ahora y, con la ayuda de la tecnología, lo hacemos en tiempo real.

Sabemos que el objetivo primordial de las aseguradoras es brindar protección, que se traduce en confianza para los clientes y fomenta su lealtad, que es uno de los valores más importantes de cualquier empresa.

Por lo tanto, centrarse en el cliente significa que estamos interesados ​​en crear experiencias de cliente que satisfagan sus deseos, expectativas y necesidades. E definitiva el gran reto de las entidades aseguradoras a medio plazo pasa por proporcionar seguros simples, fiable y relevantes, e integrarlos donde sea necesario para llegar a un cliente hiperconectado