Vacaciones seguras

Vacaciones seguras

Llega el buen tiempo, el verano, las vacaciones, los viajes. La COVID todavía está ahí presente, podemos infectarnos en cualquier momento, nadie estamos libres.

Llevas meses programando con mucha ilusión un viaje, invirtiendo tiempo y dinero, y unos días antes de la salida te empiezas a encontrar mal, tu malestar no remite y tu preocupación va en aumento, no solo por tu salud sino también porque en pocos días te vas de vacaciones al lugar soñado, tras dos años de pandemia y de no poder salir.

El viaje de tus sueños, por el que has pagado una considerable cantidad de dinero, está en peligro. Eres un manojo de nervios, no solo por tu situación de salud sino también porque no puedes dejar de pensar en el dinero que vas a perder si no puedes realizar el viaje. Faltan pocos días para la salida, los gastos de cancelación ya son del 100 por 100 del coste, y no sabes si vas a poder ir.

En la agencia de viajes con la que contrataste el viaje te ofrecieron un seguro de anulación con el que, si esta situación se daba, podrías cubrir los gastos, pero, como a ti nunca te pasa nada, y tras más de dos años de pandemia, el bicho no te ha visitado, y por qué no decirlo, te hacia duelo gastarte más dinero (hoy ves que era una inversión, no un gasto, pero en esta ocasión ya no hay remedio), rechazaste contratar ese seguro.

También podías haberlo contratado a través de un Mediador de Seguros, que te hubiera aconsejado el que mejor se ajustaba a tus necesidades, y además de forma gratuita (los Mediadores no encarecemos el precio de ellos seguros como algunos quieren hacer creer)

Dos días antes de la salida das positivo en COVID, tu viaje queda cancelado definitivamente y tu dinero perdido. Eres un mar de lágrimas, por fin el bicho ha podido contigo, no te encuentras bien y además no puedes realizar el viaje de tus sueños, ese por el que tanto has luchado, y el dinero pagado lo pierdes.

Otra situación posible, y que, seguro que a alguien de tu entorno le ha sucedido en alguna ocasión, es, una vez iniciado el viaje, la pérdida de equipaje o una indisposición.

O estar al otro lado del mundo y tener que regresar a tu domicilio por un fallecimiento de un familiar.

O tantas otras situaciones que te pueden ocurrir………….

¿Les suena alguna de estas situaciones? Quizás alguna la hayan vivido en primera persona, o conozcan a alguien que la haya padecido. 

Si a nuestro viajero no le hubiera hecho duelo contratar el seguro (el que le ofrecía la agencia de viajes o el que le hubiera aconsejado su mediador de seguros) la situación sería distinta. Los días de malestar y confinamiento serían los mismos, pero mejor llevados pues recuperaría el dinero que pago por el viaje, y podría hacerlo en otro momento, sin suponerle un quebranto económico.

El quebranto económico que le supone la pérdida de equipaje hubiera sido menor.

Regresar a casa de manera anticipada por la ocurrencia de una situación asegurada no hubiera supuesto hacer desembolso alguno.

Es importante reservar un importe para contratar un seguro de viaje, y no elegir las coberturas en función del precio (prima) si no de las coberturas que te ofrece cada póliza.

Barriendo para casa, consulta con un mediador de seguros, que te asesorará en todo momento y en caso de producirse el siniestro estará ahí para ayudarte y guiarte en todos los pasos a dar.

¡No arriesgues!