Voy a esquiar pero ¿voy seguro?

Voy a esquiar pero ¿voy seguro?

Estamos en época de deportes de invierno y muchos os habréis lanzado a desempolvar botas y tablas del trastero para deslizaros montaña abajo.

El pasado año muchas estaciones de esquí no pudieron abrir sus instalaciones por lo que muchos usuarios están aprovechando la llegada anticipada de importantes nevadas para dar rienda suelta a su pasión por su deporte favorito.

Dedicándome al seguro siempre pienso en los que no contratan la «cobertura de asistencia en pista» que te ofrecen todas las estaciones por un coste muy pequeño pero, aún así, ¿crees que con eso es suficiente?

Hemos analizado la cobertura de asistencia de varias estaciones y lo que se cubre es básicamente:

  • Rescate
  • Primeros auxilios
  • Evacuación
  • Traslado a centro médico. 

Estas coberturas se dan siempre en pistas abiertas al público y tienen una salvedad:

“El esquiador asume en todo caso los riesgos personales y materiales que se deriven de la práctica deportiva y, en general, de todos aquellos daños que se produzcan al margen del uso de los remontes o que, en su utilización, sean debidos a su propia conducta, negligente o contraria a las instrucciones que reciba del personal de la estación.”

Todo lo que se considere resultado de tu propia conducta está excluido.

Así que vamos a ponernos en situación con un ejemplo que podría ser real:

Juan, su mujer Paloma y sus dos hijos Pablo y Paola se han ido unos días al pirineo a pasar el fin de año disfrutando de la nieve, compran el forfait de su estación favorita incluido el seguro de asistencia por, si dios no lo quiera, se caen y se hacen daño. Son responsables y cómo van con niños no salen de las pistas balizadas pero, haciendo la última bajada, Juan se había quedado atrás grabando con el móvil a su familia deslizándose y decide que va a bajar un poco rápido para alcanzarlos, en la siguiente intersección de dos pistas no puede frenar a tiempo y golpea a Rocío cayendo los dos, al levantarse a Juan le duele la pierna pero ve que la chica a la que ha golpeado no puede levantarse y se echa las manos a la rodilla.

A partir de ahí, avisan a un operario de la estación y se llevan a Rocio en camilla al centro médico de la estación. A Juan, un poco dolorido, le toman los datos y explica cómo ha sido el accidente, que estaba grabando con el móvil a sus hijos, que quería alcanzarlos y que había acelerado y … ¡ya está! se reúne con su familia que estaba un poco asustada de que no hubiese llegado antes.

Un par de días después vuelven a casa creyendo que ahí se había quedado la cosa. Pero dos semanas después reciben una carta de un despacho de abogados en el que les reclaman la asistencia de urgencia de Rocío en las pistas, el material de esquí que dicen que está roto por el accidente, la operación de ligamentos de la rodilla de Rocío en una clínica privada y una compensación por los más de 90 días de baja que va a estar sin poder ir a trabajar después de la operación, total 23.000 €.

Pero ¡si ha sido un accidente!; pero si he contratado el “seguro” con el forfait … 

Todos los peros posibles por lo que Juan y Paloma se van a hablar con un abogado y este les indica que el “seguro”  incluido en el forfait solo cubre tu asistencia y les recomienda que echen un vistazo a su póliza de seguro de hogar que en ocasiones cubre la responsabilidad civil privada en la práctica de deportes y la asistencia jurídica, ah por cierto la consulta de momento y mientras no sepan si esta cubierta son 200€.

Llegan a casa, se ponen a buscar la póliza de hogar que les hicieron en el banco al firmar la hipoteca y que les dijeron que lo cubría todo, les cobraron 25 años por adelantado sumados al capital de la hipoteca por lo que están pagando intereses por la prima del seguro y la entidad bancaria ha cobrado los 25 años de comisión de tacada pero esa es otra historia, no la encuentran porque no les dieron copia pero su amigo el del banco les dice que les mandan una copia en unos días.

Al recibir la copia de la póliza vuelven al abogado para ver si puede hacerse cargo de la reclamación a través de la póliza y el abogado diligentemente les indica que la práctica del esquí aún como aficionado está excluido expresamente así que tendrán que asumir los gastos de defensa y la indemnización de su bolsillo, y les recomienda llegar a un acuerdo para que no incurrir en costas judiciales.

¿Quieres verte como Juan y Paloma? 

Cualquier práctica deportiva conlleva algunos riesgos, y algunos hay que asumirlos, pero si ponen en riesgo tu patrimonio y el de tu familia, como poco debes conocerlos y decidir tú si los asumes o buscas transferirlos a una compañía de seguros, conociendo sus coberturas y sus limitaciones y exclusiones y en eso es donde los corredores de seguros podemos ayudar, en identificar cuáles son tus riesgos, los que decides asumir tu y los que hay que transferir, buscar una compañía que se adapte mejor a esos riesgos y ofrecertela, explicándote de forma sencilla lo que está cubierto cuando y como.

A Juan y a Paloma el día de esquí les salió por más de 25.000 €. A ti ¿por cuanto?