El tratamiento de datos personales en menores de edad es un tema crítico y muy regulado, especialmente en el contexto de centros educativos y actividades dirigidas a menores.
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD), establecen una serie de directrices claras para asegurar la protección de los datos de los menores, garantizando que el consentimiento se gestione de forma adecuada.
¿Qué es el consentimiento en el tratamiento de datos?
El consentimiento es la manifestación de la voluntad libre, específica, informada e inequívoca del interesado para aceptar el tratamiento de sus datos personales. Este es un requisito indispensable en el tratamiento de datos de menores, salvo que exista otra base legal que lo justifique.
Obligaciones de los responsables del tratamiento
El responsable del tratamiento de los datos debe garantizar que, antes de obtener el consentimiento, se haya proporcionado información clara sobre su identidad, los fines del tratamiento, los destinatarios de los datos y cómo se pueden ejercer los derechos del interesado. Además, la solicitud de consentimiento debe presentarse de forma destacada y en un lenguaje claro y accesible, especialmente para los menores.
Menores de 14 años
Cuando se trata de menores de 14 años, el consentimiento debe ser otorgado por sus padres o tutores legales. El responsable del tratamiento debe realizar «esfuerzos razonables» para verificar que este consentimiento ha sido otorgado de forma válida.
Menores entre 14 y 18 años
Los menores de entre 14 y 18 años, en la mayoría de los casos, pueden otorgar su consentimiento para el tratamiento de sus datos personales sin la necesidad de que intervengan los padres o tutores. Sin embargo, si una normativa específica exige la intervención de los padres, será obligatorio que ellos participen en el proceso.
Retiro del consentimiento
Un punto importante a tener en cuenta es que el interesado, ya sea menor o su tutor legal, tiene derecho a retirar su consentimiento en cualquier momento, sin que ello afecte a la legalidad del tratamiento previo a la retirada. Esto debe poder hacerse de forma tan sencilla como fue otorgado.
Responsabilidad de los centros educativos y otras entidades
Los centros educativos y otras organizaciones que trabajan con menores tienen una responsabilidad adicional. Deben garantizar que el tratamiento de datos respete el interés superior del menor y sus derechos fundamentales, con especial atención a la protección de su información personal. Cualquier difusión de datos personales de menores en el ámbito de la sociedad de la información debe ser cuidadosa y estrictamente regulada.
