¿Sabes cómo funciona la fórmula «Compre ahora y pague después»?

¿Sabes cómo funciona la fórmula «Compre ahora y pague después»?

La posibilidad de obtener financiación por unos meses sin intereses (0%) y después transformar ese pago en un crédito es la columna vertebral del sistema «compre ahora y pague después»

La incertidumbre económica, la elevada inflación y el endurecimiento de las requisitos para acceder a la financiación bancaria, sobre todo por parte de los jóvenes, son las causas principales del crecimiento que están teniendo las denominadas plataformas BNPL (Buy Now Pay Later) o, traducido al castellano, “Compre ahora y pague después”

Se dice que ha surgido un nuevo hábito de compra de los consumidores quienes, dadas las circunstancias, no pueden acceder a los servicios bancarios o, simplemente, no quieren endeudarse.

El funcionamiento de esta forma de pago es muy sencilla y, como su propio nombre indica, es un sistema que permite a los usuarios comprar los productos de forma inmediata con la posibilidad de realizar el pago fraccionado posteriormente y sin intereses.

Riesgos para el consumidor del Compre ahora y pague después

Aunque a primer vista parece muy interesante (como suele ocurrir con casi todas las fórmulas financieras) los riesgos están ahí.

Por ejemplo, si en el caso de realizar una compra bajo estas condiciones, y finalizado el plazo de carencia estipulado, no se pueden cumplir el pago del aplazamiento o fraccionamiento el importe se transforma en un crédito que incluirá sus correspondientes comisiones por demora en el pago y con unos  intereses que pueden llegar a ser de hasta el 30%.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la falta de verificación de crédito puede suponer un importante problema en el mercado puesto que los consumidores solicitan y ven aprobados préstamos de importes considerables a los que no puede hacer frente con posterioridad.

Tampoco hay que olvidar que la regulación aplicable a este tipo de actividad, similar a la de los servicios de crédito, todavía está empezando a desarrollarse (Inglaterra o Australia)  por lo que el consumidor no dispone de la cobertura necesaria ante cualquier conflicto.