Chollos, ofertas, gangas por internet. Todos nos sentimos atraídos por estas oportunidades con la esperanza de adquirir un producto a un precio irrepetible. pero ¿Qué pasa si una vez efectuada la compra el comercio en cuestión cancela la venta?

Por supuesto, siempre tenemos la opción de hacer la correspondiente reclamación pero necesitaremos contar lógicamente con un recibo o comprobante de la compra y, a ser posible, una captura de pantalla de la oferta para aportarla como prueba en caso de necesitarlo.

A continuación te contamos los pasos a seguir:

– Por un lado deberemos presentar una reclamación en el organismo de Consumo de tu población aportando todas las pruebas que tengas que acrediten la compra realizada (justificante, captura de pantalla, cargo bancario)

– Si la gestión es entre el cliente y el comercio hay un primer intento de mediación para llegar a un acuerdo.

– Si no se alcanza un acuerdo a continuación de abre un procedimiento de arbitraje y se dicta un laudo.

– El consumidor o el comercio pueden interponer un recurso ante la autoridad pertinente si no están conformes con el laudo lo que conllevará a una sentencia que valide o anule el laudo.

Causas más frecuentes de anulación de venta

Antes lo veíamos en los folletos pero el error tipográfico también se a en el comercio online y es más frecuente de lo que creemos.

Alguno ejemplos en los últimos años:

2019, Alcampo vendió varias PS4 a 1 céntimo.

2019, Dell vendió miles de portátiles por menos de 40 euros.

2018, Media Markt canceló la venta de móviles a 0 euros.

2018, El Corte Inglés canceló pedidos de PS4 y PS VR con 100 euros de descuento.

En primer lugar y para que el vendedor pueda salir airoso debe demostrar de forma fehaciente que el error tipográfico no es un reclamo publicitario. Un claro ejemplo a favor del comercio sería la venta de un producto con un descuento excesivo o a cero euros, lo que significaría un claro error tipográfico. También se tiene en cuenta la rapidez de la empresa para subsanarlo

Un caso famoso ..

Hace poco la FNAC puso a la venta un smartphone con un precio supe rebajado y que terminó con un laudo en elq ue se indicaba que el contrato de compra-venta era válido, no existía mala fe por parte de los consumidores y tampoco se podía demostrar que hubiese un error.

Así que el vendedor debía entregar los terminales (u otros de características similares) al precio ofertado.